SILICATOS DE MALPICA ADEMÁS DE PRODUCIR SILICATOS TIENE OTRA ACTIVIDAD : RETIRA PANCARTAS DE LEZAMA BIZIRIK.

50.000 toneladas de CO2 , ése es el dato que la empresa Silicatos de Malpica declara que emitirá anualmente al aire de Lezama , una vez acometida la ampliación que está llevando a cabo en la actualidad. Y el dato lo da la propia empresa en el informe técnico que ha presentado a las administraciones para que le autoricen la ampliación. Es decir , lo seguro es que no emitirá menos.

También emite y emitirá otros gases contaminantes... CO, NO,PM10,NMVOC,CH4,N2O; así como vertidos líquidos de diferente composición , hasta 19.240 m3 anuales según informa la empresa en el citado informe. Los ruidos y vibraciones que produce la actividad , bien conocidos por los vecinos y vecinas de Kurutze y los caserios cercanos, también aumentarán, será una consecuencia lógica de duplicar la producción , que es el objetivo de la ampliación que ha acometido la empresa.

El entorno de la empresa Silicatos de Malpica, antigua Foret, en el límite de los municipios de Lezama y Zamudio, es el paradigma de las malas prácticas medio ambientales. Colindante con la parte trasera de las instalaciones discurre el rio Eguskitza, desviado de su cauce en la obras de urbanización del polígono cuyo promotor fue el ayuntamiento de Lezama , con el visto bueno de URA. Lo que queda de aquella actuación es un rio sin vida , el puente medieval de Angetu prácticamente enterrado y un gran talud con miles de m3 de tierras contaminadas envueltas apenas con una cobertura de plástico negro deteriorado, en el mismo borde del rio y a lo largo de más de 100metros.

En este museo de los horrores medioambientales reina, siempre humeante, 24 horas al día, los 365 días del año, la chimenea de Silicatos de Malpica. Como lo estuvo incluso en los días de confinamiento en que debió estar cerrada, junto al resto de empresas no vinculadas a actividades esenciales. Algo más que un detalle que dice muy poco a favor de la empresa y también , por supuesto, de las Administraciones públicas que lo toleraron.

La ampliación de Silicatos de Malpica duplicará la producción y aumentará proporcionalmente sus emisiones contaminantes. Colocará un horno más potente y otra chimena además de ocupar una nueva parcela de 4.000m2 donde construirá nuevos edificios, cuyas obras autorizadas por el Ayuntamiento, están en marcha junto a la zona urbana de Kurutze . La empresa podrá hacer esta ampliación siempre que cumpla con los requisitos que la ley le impone y reciba los permisos necesarios pero tambien es normal que los vecinos y vecinas de Lezama nos preocupemos ya que Lezama recibe en primera línea toda la contaminación , atmosférica , de vertidos ,de ruidos, etc que esta empresa emite y emitirá sin pausa.

La empresa podrá ampliar sus instalaciones , pero Lezama Bizirik puede y debe informar, concienciar y , por supuesto, exigir que se controle estrechamente por parte de la administración pública una actividad que amenaza directamente la salud y el medio ambiente de Lezama. Ese control público directo no se da desde que el Sr. Imaz , entonces consejero de Industria, publicó una Orden en el año 2000, para relajar la intervención en las empresas con actividades contaminantes por parte de la administración , que a partir de entonces sólo hace el acuse de recibo de los informes que hacen las propias empresas . Después de aquello , en el 2008 , el Sr. Imaz acabó siendo Presidente de Petronor empresa del "gremio" contaminante, seguramente una casualidad, y se han sucedido los escándalos medioambientales con un denominador común : escombreras , vertidos y emisiones , en los que lo que se escombra , se vierte y se emite no es lo autorizado ni en cantidad , ni en naturaleza. El desastre de Zaldibar ha puesto en evidencia la falacia de este modelo.

Silicatos de Malpica reconoce que emitirá 50.000 toneladas de CO2, pero mientras no se anule la Orden citada no tendrá ningún control público directo, bastará con que cada tres años entregue al Gobierno Vasco un informe al respecto. Ese mismo procedimiento es el que siguen las empresas con actividades y emisiones peligrosas y-o contaminantes. El mismo procedimiento que seguía y seguirá Verter Recycling, la empresa gestora del vertedero de Zaldibar.

Nos parece que ese tipo de control , quizás facilitará a las empresas su desarrollo y obtención de beneficios pero, evidentemente ponen en peligro la salud de la población y del territorio. Por ello estamos en nuestro derecho de intervenir mediante los resquicios legales que hay para chequear los permisos municipales , lo expedientes técnicos y los proyectos de ampliación que tenga la empresa y , lo que es más importante, tenemos el derecho, y casi el deber, de exigir a la administración pública , al Gobierno Vasco en este caso, para que controle directa y estrechamente a estas empresas y sus actividades.

Es lo que estamos haciendo con nuestros escasos medios. Informamos con el objetivo de concienciar en aras a presionar para conseguir ese control público. Entre otras cosas ponemos pancartas en espacios públicos con este mensaje, pancartas que están siendo retiradas por orden de la Dirección de Silicatos de Malpica, otro mal detalle, que vuelve a poner a esta empresa y sus dirigentes en mal lugar y , en cierta forma , hacen crecer la desconfianza hacia ellos.
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